algo que está agazapado,
indecible,
incomprensible,
como la sombra de las sombras de las palabras,
su espalda,
su contracara,
su alter ego.
Yo busco esa oscuridad de las palabras,
eso que no está dicho,
el silencio detrás del discurso.
En cada frase se esconde un mundo
que debemos descubrir,
comprender,
desear.
Si no lo deseamos, si nos mantenemos indiferentes,
mueren las palabras,
la poesía desaparece.
Leer el revés de las palabras es el trabajo,
es la dedicación,
es el esfuerzo,
es la búsqueda,
no para cosificar de sentido,
de significación,
sino para que el poema explote de significados,
para que crezca hasta las estrellas
y viva en cada persona que lee,
que no muera nunca,
que se siembre.
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