el paso del tiempo me hizo errante
al hacerme viajar por las horas
que en sus minutos conducen a un destino
sea de lugar o circunstancial
que parecieran ser aleatorios pero siempre
determinan una razón
y llevan a causas que van rigiendo
las acciones de cada quien
y van haciendo el camino que me llevarán
hacia donde elegí ir mientras el reloj
se bifurca dando alternativas
en ese viaje errante en el cual voy a través
de los años haciéndome vida
por el paso del tiempo
en tu garganta hay un grito atragantado
la desesperación hecha sonido
que bien podría ser el llanto
del orgulloso capitán trangándose
la soberbia de ver
el barco hudiéndose
quedando solo frente al timón
el lema de morir antes que naufragar
o ir al garate por los intentando salvar
lo insalvable o por lo menos intentar
rescatar algo de una pérdida total
sin pasajeros ni tripulantes
intentas llevar el navío a buen puerto
a pesar del agua que hace
para que el orgullo y la soberbia
no lloren en la desesperación
***
tal vez haya nacido muerto
y no me he dado cuenta
de que morí
atravieso el día con el cuerpo
etéreo intentando entender
por qué veo a las personas
y ellas no me pueden ver
a lo mejor salí de uno
de mis libros para liberarme
del control del escritor
o pude que haya salido de un sueño
que alguien soñó
es algo contradictorio saber que existo
y a la vez no
creo que simplemente soy la fantasía
de la realidad
un fantasma de la vida cuyo dilema
es la existencia y el de hallar
los oros mientras vaga por el mundo
pensando si es real o una ilusión
de alguna conciencia
***
desierto cánido de la yerma arena
sombra de la muerte que acecha
en el calor
buscas agua y la oportunidad
de cazar una presa en tu árido territorio
indomable apareces en el hostil oeste
como un perro no domesticado
que solo quiere el caballo vaquero
para sacear su hambre
y en la noche aullarle a la luna
para agradecerle el festín
tu nombre es el horror
de los que quisieron domar
tu salvaje habitad
y el que a hurtadillas les desaparece
sus animales cuando cayó el día
en la oscuridad de la noche
***
tengo un par de cálamos algunos libros
de poesías que en sus páginas
contienen palomas hechas versos
que hacen volar la imaginación
epístolas que la distancia me ha traído
para que sepa que hay alguien
que se acuerda de mí y me haga acordarme
que en este mundo no estoy solo
tengo cosas asibles e inasibles que se quedarán
de herencia y de recuerdo
para quienes me conocieron y me quisieron
tal y como soy cuando sea polvo
en determinado momento
***
MIGUEL PINTO ZEVALLOS
Miguel Pinto Zevallos vive en Lima, Perú. Tiene 41 años y es una persona autista que le gusta leer y escribir. Tiene estudios incompletos en cocina. En el 2010 publicó en Brasil un libro que se llamó Un sono hecho relidad de Perú para Brasil y en el 2020 dió a conocer otro libro llamado Optíca coaledoscópica que fue editado en Perú.
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