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VIVIANA RODRÍGUEZ


TIERRA CIEGA*

    

en la calle

un niño

sin sombra ni rumbo

recorre el vacío de dios, paso a paso

desanda su esperanza


Hugo Mujica


Descalzo

con ocho años y mucho abandono

recorre las horas

desanda la vida

absorbe la tierra

La gruesa planta de los pies

sostiene el esqueleto cansado

La rutina de pedir

a quienes el apuro les congela la bondad

Vende lapiceras invisibles en el subte

figuritas para la escuela que lo rechaza

estampitas en la puerta de la iglesia

(adentro sus pasos ensucian)


Cruje el hueco en las tripas

Lágrimas al final de un día

que son todas las mañanas


Debajo del techo con estrellas

se escucha la respiración

de los sueños ahogados   

* Del poemario “Elementos”

***


EN DÓNDE POCOS LLEGAN*


Hay otro cielo 

es más limpio

en él resplandece la vía láctea 

baja en cascada 

se mece en las sombras de la brisa

Los días y las noches

se levantan y caen

en este desierto perpetuo

la luna se derrama en los médanos     

la jarilla envuelve el silbido del aire      

el algarrobo cobija el ulular del búho     

un panal llora miel

Tras el chañar deshilado

el sigilo del zorro brilla en sus ojos

un armadillo se ovilla en su inocencia


Mañana todo regresará

los acordes repetidos

el escenario ancestral

el mismo zorro

otro armadillo

* Poema inédito 

***


MADRE SIN HIJA  


Al cobijo de esta tumba bajo el algarrobo

un jarro con café nos deja su madera amarga

Las nubes ceden su plegaria

con paso lento

al naranja dorado

de fondo el grillar estremece la tarde

las hojas danzan libres de dolor

sobre la brisa

que mueve los atrapa sueños

colgados de las ramas 

una rosa del desierto 

nace orgullosa a los pies de la placa

de la cruz pequeña penden pulseras 

que guardabas de su niñez

como guardianes los retortuños rodean la fosa

Este chispear roto es tu latido

la tierra húmeda tu perfume

me compartís anécdotas de lágrimas  

rayos de luna 

iluminan la transparencia

de esas perlas 

en tu rostro agrietado

tu voz ancestral enjuga mi alma

con tu dolor de madre

temblando ante la tumba de tu hija


Adentro

tu nieto pequeño

espera

***


MISTERIO DE AMOR 


Tus ojos son en mí

lo que no dice tu boca

ella nunca pronunció la palabra

más que para otra

en cambio 

tu mirada me derrocha ternura

y algo más profundo

que leen mis ansias

como mi necesidad lo manda

Atados por lo invisible

por lo eterno de camino y piedra

quedamos en este mar de clausura 

mientras mi río te alcanza

te baña y envuelve

***


EL SILBIDO     


largo del tren anuncia 

la pronta partida

Solo dos minutos para verlo

por última vez

Los separa un vidrio empañado

de un mal recuerdo  

apenas dulce 

por unas gotas de pasión

Le regaló un hasta pronto

pero ella sabe que 

jamás volverá

se lo grita su corazón

en medio de todo este ruido

que acalla con la seguridad

de saberse en el vagón correcto

 

Se dirige a Salta

prefería Córdoba 

pero salía quince minutos más tarde

***


AUNQUE TIEMBLE


Ya no quiero callar

hacerme la otra

huir


Qué va a pasar si no lo aguantan

si deciden detenerme

meterse con mis hijos

con mi amor


Qué va a pasar si no lo aguanto

Si me raptan

tiran desde un avión

o me ahogan

Si me piden nombres y no creen que estoy sola

si me torturan junto a otros inocentes

si me matan diciendo que era revolucionaria

o me llevan a la guerra


Suena el despertador

estoy parada en el ring de mi verdad


Que comience

***


ACECHAN


Los fondos buitres sobrevuelan

sus ecos tapan la luz

En tierra

sombras sobre el pueblo Huarpe

víctima inmóvil

Acorralado por un cauce

que desviaron los ricos

La laguna ahora es barro

la canoa quedó encallada

con tajos que lloran soledad

envejece en medio

de lo que fue espejo

Ahora es canoa fósil

rodeada de restos que fueron peces

más afuera

una capilla sin ecos

un rancho destechado

un árbol triste

hablan las tumbas en el viento

el tronco donde el invasor azotaba

Arena suelta sobre campos hambrientos

campos colmados en el recuerdo


espinas que defienden la nada

la memoria de la nada

una nada que era el todo

de un pueblo originario

Ayer, el invasor extranjero

Hoy, los buitres de adentro

***


VIVIANA RODRÍGUEZ

Profesora de música. Estudió Arquitectura y letras. Artista Plástica. Escritora. Editora de Editorial Jarilla. Participó de numerosas antologías a nivel nacional e internacional. Dirigió el taller literario “Remanso” Es Directora de SIPEA SAN JUAN (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas) Infanto-Juvenil y Adultos desde 2016. Coordinadora del Encuentro Internacional de Poetas San Juan En-Pluma. Es Presidenta de la Biblioteca Popular Virgen del Carmen desde 2023. Publicó 4 ediciones del Libro “Lop-Lop”. El libro de micro-relatos “Romper Cadenas”. El poemario “Elementos



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MATÍAS N. GUZMÁN


CHAPLIN


“...ahora mi voz llega a millones

en todo el mundo…”

El Gran Dictador, 1940.


Chaplin fue un opositor 

                             al cine sonoro

cuando este comenzó

a hacerse paso en los años '30


él creía en el cuerpo

            en todo lo que el cuerpo 

podía expresar

sin la intervención de la voz


pero Chaplin

el torpe y solitario 

                         Chaplin

 una vez habló


para decir algo que

el poder de sus gestos

no podía decir


habló tan fuerte

que ni la persecución

                                ni el exilio 

ni la muerte

lo pudieron callar


el viejo Chaplin no pudo

arreglar el mundo

como hubiese querido

                           pero su voz


grabada en esa cinta

nos dice que si un día 

decidimos hacerlo

lo hagamos con alegría

***



BICICLETA


subí

a una bicicleta

después de muchos años


pensé que olvidaría

                  cómo andar

pero el cuerpo

nunca se olvida

                            

y así

como mis pies

             saben plantarse

sobre los pedales

                         mis labios


pueden revivir los besos

que hace tiempo

perdí

***


LA PELÍCULA DE MI VIDA


no sé cuándo comenzó

pero con mis hermanas y papá

siempre que nos juntamos

nos ponemos a ver una película


de niño siempre

fue papá el que

nos llevaba al videoclub

a buscar novedades

fogoneando las expectativas


mira esta Mica

con Tom Hanks

mira Mati 

un desembarco en Normandía


hoy mis hermanas

                         y yo 

somos los que elegimos

qué ver

no sin antes decirle


papa esa de narcos 

¡por favor no!


han pasado los años las películas

y sin embargo el cine 

quiere que volvamos a juntarnos


incluso yo

me largué a hacer películas

para tenerlos cerca

***


CÁMARA EN MANO


un ojo cerrado 

                  y el otro

contra una pequeña ventana

enmarcando

             la familia la playa los amigos


el índice oprimiendo un botón

                        puertas que dan paso

a los rayos de luz 

                        que imprimen

lo que esa ventanita recortó


los niños los adultos 

                       que envejecen

los nuevos integrantes

                             de la familia 

y los que ya no están


álbumes y casetes

                  en cajas de zapatos

            fotografías y cintas de vídeo

de todo lo que fue

***


EL DÍA DEL ARQUERO

  

y un día llega

sin anuncios

ni marcas en el calendario


             un día que es

todos los días


un día que comienza

con el sol naciendo en el oeste


un día un día 

en el que me despierto

sin dolores de espalda

                                y con ganas

de levantarme de la cama


las tostadas saltan

                    directo al plato

en la cuenta del banco

se me saldan

         todas las deudas


y renuncio al trabajo

                         diciendo 

                                     todo

lo que pienso de mi jefe


jugando un picado

en la canchita de mi barrio

meto un gol de antología


                                 miro el sol

ocultándose en el río

y me pregunto

            si este día realmente sucedió


     ¿este día 

                  realmente 

                               sucedió?


como si fuera poco

llego a casa y te veo

            los ojos marrones alegres 

            leyendo un libro

                

esperándome

***


CONJUNCIÓN


esa primera noche

                        dejaste 

la habitación

un momento


y al volver

dijiste 

         mirá el cielo Matías


dos puntos de luz

                Venus y Marte

se tocaban en la noche


conjunción se llama

dijiste


Venus y Marte

fueron amantes dije

                      y ahora

se vuelven a encontrar


acompañamos

a la pareja hasta perderse

                    entre los edificios

hablando sobre

mitos y estrellas


esa noche miramos

el cielo 

          juntos

por primera vez

***


MATÍAS N. GUZMÁN


(Ciudad de Buenos Aires, 1991) es realizador de cine documental y diseñador gráfico/audiovisual, formado en el Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda. Codirigió el largometraje documental Cambio de frente (2021). Desde el 2020 participa en los talleres de poesía de Osvaldo Bossi. A su vez, desde el 2022, integra el equipo del ciclo de poesía el Rayo Verde que coordina Bossi. El tiempo iluminado e
s su primer libro de poesía publicado por Tiempo de parque ediciones.


Instagram: @matias.n.guzman

El tiempo iluminado: https://tiempodeparqueed.empretienda.com.ar/general/el-tiempo-iluminado-matias-n-guzman

MIRO

Miro desde lo alto

esas formas sutiles de la luz

propagando su fuerza sobre las cosas inertes


-como yo-


velo descuidado y tenaz

promueve el destierro de los años

la calvicie del espejo


qué habrá de risa y lágrima

sobre tu recuerdo


qué será de los dientes que te dicen

relámpago o cueva


quizás se despierte aquel deseo incómodo

de vivir a pesar de


sabremos callar entonces

y morder la rabia que nos mata.

RECUERDO

Soy un recuerdo que apenas se deja mirar de reojo

en el cruce de dos caminos castrados

en el humo y el barro gastados por simientes negras

anhelo la pésima luz de tu escondite

me obligo al llanto que no me nombra

y así

marcho clandestino y etéreo

sobre un fondo gris

de ojos arrancados

de piedras calladas

de montes sordos

de furias apagadas

clamo desde las entrañas tu nombre

que se hace noche

mientras me devoran las sombras.

SEBASTIÁN RIESTRA


Luca y el planeta nada


Ella es hermosa como la luna llena pero su mirada parece un televisor apagado.

Se la encuentra en la noche. Anda con uno y otro. No sabe lo que quiere pero lo quiere ya. (Tampoco sabe quién escribió esa frase).

Los tres últimos libros que compró y dejó antes de la página treinta estaban incluidos en las listas de best sellers. Tiene más pares de botas que libros. 

Se la ve en la noche y también se la oye. Nada de lo que dice dice nada. Ignora el significado de las palabras otoño, revolución, amor, calandria, Lennon, whisky, sociedad, crepúsculo, cebolla, dulzura y democracia. Parece lo que es. Pero igualmente engaña.

(Brilla de manera involuntaria porque una luz quedó viva a pesar de su vida. Es una luz anterior, interior. Morirá pronto y ya la estoy velando).

Cada vez que pasa ante mí, miro lo que pudo ser. Pienso en lo que debió ser y dejo de pensar porque duele.

Ella es hermosa como la lluvia de verano. Pero su mirada es un televisor que alguien apagó para siempre.

***


Todo ha terminado salvo escribir


Y ahora es el momento

de hundirse en el túnel de los días,

de recorrer la extensión desolada

en que se ha transformado la ciudad

y morder papel de aluminio, beber

gin puro en la noche

para olvidar la férrea soledad

de quien conoce la última respuesta

y no ignora el único sentido

de respirar miserablemente

en la salvaje destrucción de toda luz.

***


En estos días


En estos días el fin del mundo se ha vuelto cotidiano.

Mi cuerpo proyecta la sombra de tu cuerpo. El hueco que dejaste en la cama no puede ser ocupado.

En estos días ando de la mano de mí mismo. Camino solo y la ciudad me abraza. Ella me conoce. Y entiende.

La copa se abre como un abismo suave, en estos días. Caigo en ella dulcemente.

Los libros y el cine son un refugio precario, en estos días. No me salvan de la lluvia que se filtra a través de los agujeros de la soledad. Mojado, sigo leyendo, viendo viejas películas.

En estos días los días se cuentan uno a uno. Uno tras otro. Se espera que al pasar se lleven con ellos lo que ellos mismos una vez trajeron: el amor y la ilusión del amor.

En estos días se intentan justificaciones, explicaciones, argumentaciones, soluciones. 

No se consigue nada.

En estos días viene bien la frase de Baudelaire: “Yo soy la herida y el cuchillo”. 

En estos días no hay fuerzas ni siquiera para la desesperación. Se anda sólo por inercia, en arranques de furia hueca, de convicción vacía, de valentía idiota.

Quién sabe qué vendrá. Qué importa.

Afuera, como siempre, espera la noche.

***


El otro


No sabremos más dónde está el otro

ni tampoco dónde yace (vivo

o muerto). No sabremos más si ríe

o llora, o piensa en uno:

no sabremos nada 

excepto lo que cuenten los terceros. Ya no sabremos más, por ejemplo, si tiene

jaqueca o si ha bebido

demasiado. Y si tuviera fiebre,

ya no le haremos té. El otro, desde ahora,

será apenas otro, cuando antes

era casi nosotros, simplemente la razón

para existir. El otro, desde

ahora y para siempre, será uno

menos en la vida, otro

más que ya

no veremos y no importa. Será ninguno.

***


La que se fue


No podías confrontar

con mi espíritu salvaje, con mi gran

mordida visceral de orilla a orilla.

Y no podías

acostarte con mi deseo, beber

vino conmigo, habitar

los sueños con tu carne.

***


La ciudad de los amores perdidos


Esta ciudad donde no aparece nadie

Donde los hombres han huido de sí mismos

Para perderse en el dinero

Donde los árboles crecen al revés

Y el cielo bajó para matarse

Pero fracasó

Como yo en olvidar tu boca mojada

Esta ciudad donde no aparece nada

Bajo el cielo condenado a mirarla

Donde yo te amo sin límite

Es la misma donde estoy

Donde me hundí

En la noche implacable en el alcohol inútil

En la vida

(Esta ciudad donde me das la espalda

Donde los perversos son recompensados

Donde todo azul se agrisa y cada piel

Se agrieta

Esta ciudad al fondo de los mundos

Donde ya ni siquiera te saludo)

Esta ciudad me habita más que yo a ella

Soy su presa y también su prisionero

Soy su hijo a pesar de haberla parido

Y mi cuerpo busca una sombra propia

No tengo casa salvo tu ausencia

Amor mío amor mío amor mío

Esta ciudad no espera que siga vivo

No quiere que hable ni te encuentre

Te aleja día a día de mis manos

Y me cierra cada puerta y tus piernas

Esta ciudad crece donde me ausento

Y late en las antípodas de mi corazón

Esta ciudad sin embargo es la mía

Aunque no sea mía sino ajena

Toda de tu cuerpo y esas voces

Que no dejan de decir que nunca

Podré huir de aquí ni tenerte aquí

Que aquí moriré y con eso

Ya tengo bastante.

***


Iguales


En todos los países son iguales.

No se distinguen el uno del otro porque no llegan a ser uno, ni otro.

En sus ojos sólo brilla la luz helada de la soberbia.

Siempre se apartan: quieren apartarse. La separación de los demás es, para ellos, más 

necesaria que el aire.

Miran todo desde arriba, con altivez congénita. Y cuando miran, miden. El cálculo es su 

estado natural.

Tienen subordinados o sirvientes, pero carecen de compañeros. (El sentido de la palabra 

compañero les es desconocido: ellos no están para compartir, sino para tomar. Para 

destruir, o para ser destruidos).


•••


En todas las ciudades son iguales.

Afirman que la inseguridad los obliga a ser más injustos y crueles de lo que ya eran. 

Que las cosas no funcionan bien en el país, que el pueblo está cada vez peor, que no se 

puede andar por la calle y los maestros piden salarios excesivos. También dicen que los 

jóvenes no respetan a nadie. Aunque ellos no dieron ejemplo de respeto cuando 

aplaudían los golpes de Estado, justificaban la desaparición de personas y aseguraban 

que la tortura era un invento. Ellos sólo respetan el dinero. En algunas épocas (lejanas) 

producían ocasionalmente vástagos cultos. De sus filas retrógradas supieron surgir un 

Borges, cierto Bioy, Silvinas y Victorias. Ahora, ni eso. Ellas se limitan a broncearse en 

Punta del Este, ponerse tetas, hacerse un lifting o ir de shopping. Ellos van de putas, 

compran autos o juegan golf. Los libros han dejado de ser elegantes.


•••


(Mientras escribo esto, en un bar montevideano, tomo cerveza. Tomo cerveza porque el 

mozo me dijo que ya no se vende más vino suelto. “Atrae a los borrachos”, dijo. Y yo 

pensé: “A los borrachos pobres, quiso decir”. Porque ya ni boliches les dejan a los 

pobres. Ni siquiera un lugar donde beber en compañía).


•••


Siempre fueron, son y serán iguales. 

Dicen que lo que tienen es suyo, pero es nuestro. 

Piensan que son mejores. Y lo son, en lo incalificable.

Son dueños de casi todo, pero quieren más. No sólo más: mucho más.

La verdad, la belleza, el amor, la fraternidad y la alegría les importan menos que su 

tarjeta de crédito.

Creen que Dios está de su parte. Y es cierto.

***


Alrededor


Los seres blandos, los espasmódicos, los gelatinosos.

Los seres sin rumbo, destino ni vocación, los gregarios, los profanados.

Los migratorios, los inestables, los consumidores, los momentáneos, los frívolos. Los 

promiscuos. Los mínimos. Los que no tienen casa en el alma.

Los que carecen de núcleo, los que nunca pusieron un huevo. Los que no riegan día a 

día el malvón, ni conversan con el romero.

Los que no saben ser, no quieren saber ni pueden querer. Los contaminados, los 

evitables.

Los que olvidaron cómo caminar, los que no son capaces de ver, los que confunden 

tener con tenerse. Los que abundan e invaden. Los que no significan.

Los que se reproducen sin sembrar, los que se propagan sin engendrar, los que hacen el 

amor sin que el amor los haga.

Los temibles, los destructores, los vacíos. Los que fueron despojados de sí mismos en el 

abismo del mundo.

***


La realidad es de derecha


Los pobres quieren mano dura. Son machistas y autoritarios. Y se pasan los días viendo 

televisión.

Los ricos ya no producen cachorros revolucionarios, sino prolijos clones de sí mismos.

Los obreros son patronales. Y las patronales, también.

Los dueños del dinero pueden comprar la belleza, pueden comprar el tiempo, pueden 

comprar el poder, pueden comprar el mundo. El mundo entero está en venta. Sobre 

todo, la clase media.

La esperanza espera lo que nunca llega. La revolución nombra lo que no existe. Dios 

gobierna y el cuerpo acata. 

Nadie sabe nada, y eso va a empeorar. 

Los sueños, sueños son. Pero el que se va sin que lo echen no vuelve sin que lo llamen.

Todo va mejor con Coca Cola.

Y vos jamás me vas a llamar, amor mío, por más que yo sueñe con eso toda la vida.

***


SEBASTIÁN RIESTRA

Nació en Rosario en octubre de 1963. Es poeta, escritor y periodista. Su obra explora el amor y el desamor, el erotismo, los espacios urbanos y el turbulento pasado político argentino.

Tiene siete libros publicados: El ácido en las manos (1991), El porvenir de los muertos (2002), Clitoriana (2003), Romero (2004), Lunita rosarina (2010), Rémora (2015) y La muerte duplicada (2019). Textos suyos están incluidos en la antología de la poesía rosarina La única ciudad, (1992); Autopista, volumen que reúne a escritores de Córdoba y Rosario (2010); La Plata Spoon River (2014), y Las cosas tienen movimiento. 40 años de la Trova Rosarina (2022). 

Se desempeña como prosecretario de redacción en el diario La Capital, donde también fue editorialista y editor del suplemento Cultura y Libros.

Ha participado en numerosas lecturas, coordinado ciclos y dictado talleres en su ciudad y todo el país. Intervino, entre otros eventos, en el Festival Internacional de Poesía de Rosario, el Festival Internacional de Poesía de la Feria del Libro de Buenos Aires y el Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México. Integró el staff de las revistas literarias Facundo (Rosario) y El Jabalí (Buenos Aires). Actualmente es uno de los directores de la revista cultural rosarina Barullo, que aún se edita en papel.

Estos textos integran La ciudad de los amores perdidos, libro que está en prensa y será publicado de manera inminente por Homo Sapiens.

HORACIO CAVALLO


MIDAS


Dionisio lo premió con un deseo

por su hospitalidad. Él pidió oro.

No escuchó hablar de Ícaro o del toro

con cuerpo de hombre que mató Teseo.

Quiso volver dorado el Mar Egeo

—La historia no lo cuenta pero un coro

de borrachos se la ha enseñado a un loro

que la repite por Montevideo.

pero se volvió viejo en el intento,

atorando palomas con miguitas

de diez quilates en alguna plaza.

Perdido todo: la mujer, la casa

sentado silba a puro descontento

haciendo de las lágrimas pepitas.

-Le calienta los pies un perro flaco, 

mientras la niebla fina se levanta. 

El esconde las manos bajo el saco

y así con vos cascada tiembla y canta:-

Mi mujer, la sirvienta, dos vecinas,

la heladera, el portón, y los espejos,

El parral, el jarrón, los diarios viejos,

el rosal, el malvón, las cinacinas.

Las latas de ananá, las de sardinas,

los anteojos y los catalejos.

El balcón, el parqué, los azulejos,

y un blíster olvidado de aspirinas.

Todo se vuelve barro con el tacto.

El método es de Apolo. Lo delata

su venganza anterior, más redituable.

Dejo el fangal oscuro, irrespirable,

y me baño en el Río de la Plata,

volviéndolo marrón con el contacto.

***


TRES PARCAS


Para Larissa Cavallo


Yo conocí a las parcas en mi infancia:

Lala, La Chunga, La Chiquita.

La tía de mi abuelo y sus dos hijas

que vivían enfrente de mi casa.

Chiquita, solterona de manual

delante del carrito de la feria.

La Chunga, el colorete, la sonrisa

con zapatitos rosa puntiagudos.

Lala estaba postrada, suspirando,

la vida en el idioma de los tangos.

Las tres se intercambiaban la verruga

de una punta a la otra de la cara.

Una tarde en mi Babia más preciada

de un cabezazo sacudí la mesa

gritaron las tres parcas en su asombro

al verme aquél chichón sobre la frente.

No sé cuál de las tres —sabrá mi hermana—

trajo de la cocina una cuchilla.

Buscaba con el frío de la hoja

detener la hinchazón.

Pero nunca pudieron acercarse.

Mi hermana enfurecida y asustada

alejaba la sombra del cuchillo.

Desde entonces

todo su pelo es blanco

blanco

blanco.

***


SENTENCIA


Sacás apuntes en las páginas de un libro

sin saber que no volverás a abrirlo en 20 años,

y que entonces darás cualquier cosa

por ser el que eras hace 20 minutos.



HORACIO CAVALLO

Montevideo 1977. Es escritor y poeta. 

Ha publicado una treintena de libros de poesía, narrativa y literatura infantil y juvenil, entre los que destacan: Oso de trapo, Trilce, Premio Municipal de Narrativa, El silencio de los pájaros, Alter ediciones, Premio a las Letras, MEC, 2015 y Fábrica de escalofríos, Libros Silvestres 2020. 

Obtuvo reconocimientos por su obra a nivel nacional e internacional. Parte de su trabajo fue traducido al inglés, francés, portugués, italiano, albanés y alemán.

Página web: www.horaciocavallo.blogspot.com

È poco il poco che rischiara de Sonia Petroni (Reseña)

 

È poco il poco che rischiara”de Sonia Petroni (Eretica Edizioni, 2025 pp.72) es un homenaje acariciador a la poesía, entendida como savia vital, una delicada atención hacia uno mismo, una consideración atenta de los demás, en la maravillosa e inquieta comprensión subjetiva del mundo. Sonia Petroni extiende su mirada sobre el don de la naturaleza, capaz de establecer correlaciones con el amor a la vida e intensifica la urgencia comunicativa del cambio y la regeneración moral y espiritual de las existencias, transformando los conflictos y las tensiones en adhesión a la conciencia de un límite humano que es un recurso emocional, en la resistencia de los obstáculos, a lo largo de las fronteras inconscientes que hay que cruzar y superar.


Intuye la esencia primaria de los sentimientos desde lo más profundo, define la residencia del alma a través del vínculo ancestral y entrañable con los lugares y seres queridos, alinea el surco doloroso de las ausencias en un contexto elegíaco de inspiración, celebración y devoción, encarnando el carácter introspectivo de su personalidad sensible y empática. La poesía de Sonia Petroni retrata una huella viva de emociones, delinea la agudeza de las trampas de la nostalgia, revela la percepción distorsionadora de las incertidumbres y el deseo de reconectar los fragmentos rotos por la oscuridad de las sensaciones, de reconstruir el significado meditativo de la escritura a través del motivo de pertenencia, la conexión sólida de las palabras, la precisión emocional, la luz que ilumina el tiempo familiar de las promesas.

La madurez literaria de Sonia Petroni ordena el referente objetivo valorando la visión de la conciencia, como espejo contemplativo de la vida que modela el pensamiento tangible y visual frente a la vaguedad de los sentimientos, alienta el discurso sincero y elocuente de una realidad más allá, caracterizada por la sustancia preciosa de cada raíz sentimental. El signo sugestivo de Sonia Petroni está representado por el contexto llameante de las reminiscencias, encerrado en la búsqueda de cada rayo de esperanza más allá de la entidad reflejada del desconcierto, fruto de un desarrollo comprometido del crecimiento personal, de una poesía personal, sostenida en la autonomía de una voz lúcida y punzante, evocada contra la dependencia melancólica del silencio, en la ardiente petición de transmitir la experiencia individual protegida en la sabiduría universal.“È poco il poco che rischiara”describe el yo poético anclado en la fuente del corazón y exiliado del clamor del mundo, contiene la búsqueda continua por comprender la dispersión de la humanidad, acoge, en las invocaciones inquietas a la armonía y en las exhortaciones a las expectativas del tiempo, la compasión íntima, el equilibrio de las declaraciones frente a la debilidad de la falta y la inconsistencia del vacío, indica una respuesta en la responsabilidad relacional de la memoria. Sonia Petroni condensa la pasión y la observación de lo humano en torno a la energía positiva de las posibilidades, deja que la perturbación de lo inesperado se deslice en la materia maleable y misteriosa del lenguaje, en la reveladora representación del sonido y de los nombres. Inclina el rayo de luz en armonía con los elementos vivos y valientes de cada legado vivido, en la auténtica sencillez de las sensaciones, en la inmediatez del lenguaje y de las imágenes capaces de hablar a la vida cotidiana y fundirse en el recorrido, en las razones fecundas de donde ha brotado la verdad poética.

Rita Bompadre - Centro de Lectura "Arturo Piatti"

AGUSTÍN MAZZINI


Poemas sin título


Lo monstruoso

fue oler amor debajo de tu olorcillo a hiena

Gonzalo Rojas

M.V.A


La noche limpió su féretro con tu alma rota, 

la madrugada te vistió de gris

y te obligó a protagonizar su concierto de bóvedas y velas antiguas.

Sola en la cáscara estás,

desgarrando vísperas donde capitula todo amor. Hablé de vos en mis poemas.

Quise decirte con cascabeles 

pero mis palabras fueron mórbido arrastrar de objetos desdichados. 

Falaces versos. Llaves sin puerta. 

Crecieron como sonidos oscuros en mi garganta,

imposibles de entender

por la lluvia indecisa que cae sobre mi cabeza

y no termina nunca. 

Hoy hablo sobre tu alarido en la comparsa de sombras.

Hablo sobre ensamblarte en mi interior

de manera en que te conviertas, quizás, en un ocaso.

Estériles pensamientos transmutan y algo en mí reclama suyo 

un ramo de luciérnagas.

Pero vos

ahora debes estar como sordo marfil, 

explicando tu himno de hojas marchitas

a quien sea que pase y te mire con pena o asco,

con días negros a la espalda, 

envidiando la suerte de esos alhelíes podridos por el otoño.

Y es que tus alas de mendiga estremecen,

esa sonrisa amarilla, descascarada,

hace huir a quienes caminan mi sangre

pisando sus monstruos de venas, sus casas rojas.

Sos de una lastimosa sinfonía de vidrios y agua sucia.

Nada importa ya:

si te revolcaras en la nieve

la única forma que haría tu cuerpo sería la de un revólver. Ni en vos misma es posible encontrarte.

***


Soy polvo en el festín de las pieles rotas,

me alimento de aceite derrotado,

de distancias sin sonido,

pertenezco a la parte sucia de la sangre, 

a manojos de arcilla en proceso de derrumbe,

y mi ser de esencia caída 

deja un reguero de jeringas y palomas huecas

al atravesar los muebles de mi casa.

Será tal vez por el ladrido de las gárgolas

que miran las alcantarillas desde los tejados.

O por el óleo secreto del agua que nunca duerme.

O por el diminuto niño azul 

que deambula los valles de la noche.

Esta correntada se ha llevado los pesebres, 

vaciado mi tabaco, 

es un sentimiento oscuro me respira, me supura

hasta la parálisis, hasta las raíces.

***


Todavía es temprano en la nieve y la ceniza

por eso te angustia

ese barajar de Cristos en la niebla,

porque todavía es tan temprano

que la lágrima es solo muro y puñal. 

Están blindados la almendra y el cerezo.

Los rancios péndulos de los días reparten su fuego roto.

Mi amor, aún 

es muy temprano:

solo los vidrios oscuros en el aceite, 

solo los puños contra el cristal de la medianoche. 

Dame reposo

en esta galería llena de herraduras que queman.

Mi vida es una lámpara ardiendo para nadie.

Mi vida es un siglo de alacranes al acecho

porque, al momento, es muy temprano 

para este azar de sombras en el humo, 

en las calles mentidas 

de un mediodía sin voces.

Soy

retrato de agua trasnochada, sin trigo, 

un vino ciego con olor a verdugo porque no, 

no es la hora

del color que trabaja en secreto tras el alba.

Ahora: el cañaveral del gemido, 

el rayo que triza los aguaceros, 

el licor de aspecto moribundo.

No quiero entonces tus carcajadas de algodón, 

ni los roces del letargo, 

siempre será temprano para olvidar 

de una sola vez

todos los nombres del precipicio.

***


Ay, pétalos de Bangladesh.

Ay, escorpiones en ríos de sal húmeda.

Ay, sueños rotos, peces recién inseminados.

Rosa pálida con la espalda desnuda.

Hospitales de gotas de alfiler. El otoño vive en los desvanes,

clavicordios se pudren en la niebla.

Ay, escritura de mundos aparentes.

Ay, puertas cerradas en el amor. Ay, dulces labios teñidos de tinta.

En el semblante del camello 

se tambalea el silencio de las iglesias.

En el silencio de las iglesias

se guarda el humo de los sedientos.

Ay, cristales heridos de Moscú.

Ay, hombros descubiertos sensualmente.

Ay, desierto buscando su rostro.

***


Retrato de mi generación


Sólo conocemos el magro óleo

de venir al mundo con un origen de casa vacía,

insomnes, en regiones de arpas rotas,

arrodillados ante los andrajosos nombres de la tormenta.

Llegamos del infarto de la rosa

con nuestra ausencia (coro de muros), 

con llagas construidas alrededor de la noche,

de la mano a ahorcados que pueblan el trébol

mientras las cosas se oscurecen para tocar su vacío.

Con nuestras lágrimas afilan gritos,

nos perdemos en siglos de alhelíes desmoronados.

Caemos 

desde un ramillete de clavos a una ración de cementerio, 

perros de sombra y sombras de perros nos persiguen.

Enfermos de escarcha,

rodeados por papeles inhóspitos

y conspiraciones de objetos sin nombre,

nos llaman la náusea de las herencias;

nuestros padres tienen olor a pólvora.

En el colegio

aprendimos la partitura de la hojarasca,

a lidiar con naufragios de ciegos pergaminos,

a escalar las fisuras de otros tiempos 

y quemarnos a medida que entramos en un sueño más profundo.

Entre enjambres de espejos vacíos

somos cardumen de pianos descascarados,

arañas tejiendo en las esquinas de los moteles

a espaldas del derrumbe.

Al tiempo que crece el insomnio en forma de lienzo débil,

envejece el latido de nuestra sombra 

y sonreímos 

en este tiempo sin Hombre.

***


AGUSTÍN MAZZINI

(Buenos Aires, 1993) ha publicado los libros de poesía El cielo no termina de quemarse (suri porfiado, Buenos Aires, 2017), Poemas de Rue Parthenais (Difácil, Valladolid, 2021), El perfume de la flor tatuada (Eolas Ediciones, León, 2022) y los volúmenes "Su corazón una moneda" (Aguacero Ediciones, Tucumán, 2021) y "Las edades de la lluvia" (Pinap Editora, Buenos Aires, 2024). Ha recibido, entre otros, el Premio Nacional “Bustriazo Ortiz” 

Para Jóvenes Poetas, el XIX Premio Internacional de Poesía Joven “Martín García Ramos” y el III Premio Fundación MonteLeón de Poesía Joven. Finalista del I Premio Hispanomericano de Poesía “Francisco Ruiz Udiel”. Fue becado por el Ministerio de Cultura argentino en convenio con el Conseil des Artts et des Lettres du Québec para una residencia de creación en Montreal. 

Condujo el programa online de poesía “Puentes de papel” y ha ofrecido conferencias sobre poesía y participado de festivales nacionales e internacionales.