Abro la puerta y
en entro dejando pedazos de mi
en el llavero en el respaldo de la silla sobre la mesa
en el escritorio en el ropero en la canilla del baño
en la cañería de la ducha en las sabanas en la almohada
y ya no me despierto porque estoy desparramado
por toda la casa y ya no soy yo sino las partes de mi
que la casa se apoderó que fue robándome
sin que me diera cuenta
que fui perdiendo por descuido o bobería
por pereza o resignación
por maltrato de la esperanza
solo quedan estos ojos que miran en la oscuridad del cuarto
y ven lo negro de la noche y lo más negro del día
que ha pasado por mi sobre mí a través de mi
sin pedir permiso sin piedad
aun sabiendo que mañana ya no tendré cuerpo
con que seguir ni esperanza con que lidiar
pero por alguna extraña razón no me enojo
no estoy enojado ni rabioso ni furioso
solo soy unos ojos que han visto demasiado
y mil partes de mi desperdigadas entre los objetos
que forman la extensión en que me pierdo.
en el llavero en el respaldo de la silla sobre la mesa
en el escritorio en el ropero en la canilla del baño
en la cañería de la ducha en las sabanas en la almohada
y ya no me despierto porque estoy desparramado
por toda la casa y ya no soy yo sino las partes de mi
que la casa se apoderó que fue robándome
sin que me diera cuenta
que fui perdiendo por descuido o bobería
por pereza o resignación
por maltrato de la esperanza
solo quedan estos ojos que miran en la oscuridad del cuarto
y ven lo negro de la noche y lo más negro del día
que ha pasado por mi sobre mí a través de mi
sin pedir permiso sin piedad
aun sabiendo que mañana ya no tendré cuerpo
con que seguir ni esperanza con que lidiar
pero por alguna extraña razón no me enojo
no estoy enojado ni rabioso ni furioso
solo soy unos ojos que han visto demasiado
y mil partes de mi desperdigadas entre los objetos
que forman la extensión en que me pierdo.
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