Me acerco a esa forma continua y demencial
que es tu boca entreabierta
refugio inestable y fatal
donde deseo esconder de la luz
y de las sombras
el fortuito juego del azar
que entre dos destino nos acorrala
Llevo en mì el perfume de tus palabras
enredado en el atardecer de mis días solitarios
A cada paso se descubre la noche
revelando que tu cuerpo se ha ido
y que la locura ya es la carne que me viste
y me asecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario