Díganle al padre de la sombra
que este cuerpo todavía vibra
que está ínfima forma amorfa
late su suspiro quebrado
que no se crea dueño de los días
mientras la llama siga encendida
no ha de ser eterno el daño
ni tan hondo el olvido
díganle
para que lo invada el llanto
y descubra su herida.
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