No existo más que en una
pequeña parte
que alguna vez fue mía
y que ahora es solo una tenue silueta
que se aleja
absorto contemplo esas orillas distantes
como puñales al rojo
que despiertan instintos
y penumbras
hoy soy demasiado ayer
para permitirme un descanso
o un esfuerzo
sobra la mirada y cada sentido resta
para intentar aunar la voluntad del decir herido
y descifrar entre silencios
la ausencia de mi voz
llamándote
dónde estaré mañana si siempre vuelvo
qué camino será la puerta que no se cierre
voy a dormir entre los versos tristes
que me susurra al oído el recuerdo
cómo una siniestra y necesaria forma
de la realidad.
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