«Viajo a menudo, no siempre vuelvo» (frase escrita en un muro de Roma): este epígrafe del libro «Il taccuino dell'ospite» de Michele Zacchia (Rplibri, 2024 págs. 64) anticipa el contenido y el significado del viaje poético del autor por las grietas ocultas de los lugares, la visión simbólica que devuelve a la mirada y al alma la sensación del espacio, los meandros de un lenguaje metafórico, en la densidad expresiva de las palabras. Michele Zacchia sigue un itinerario de descubrimiento ancestral e investigación personal en el camino existencial, marcado por el refugio de la hospitalidad y la inmediatez de las sensaciones, se encuentra con perturbaciones inesperadas, señala la dispersión del silencio, combinando la inspiración misteriosa de cada llamada desconocida con lo desconocido de cada predicción emocional.
La poesía de Michele Zacchia se adentra en el reflejo esquivo del recuerdo de las miradas, en el destino ardiente de las expectativas, en las estaciones impredecibles que recorren las calles; combina la sensación del acontecimiento con el análisis exegético del tiempo; reconoce el entrelazamiento de las sombras y la fatalidad de las esperanzas; supera el muro de la aridez individual. Michele Zacchia escucha la oscilación de los pasos, pavimentados con el polvo del mundo; se topa con la marcha de la inestabilidad; alcanza el umbral de la superficialidad; cruza la brecha de la decadencia; presta atención a la dirección variable de los obstáculos. El privilegiado territorio de observación del poeta sortea el marco esquivo de la inquietud; se enfrenta a la enigmática correspondencia de las ilusiones; rodea el abismo pantanoso de los engaños. Michele Zacchia señala la ubicación de un imaginario impreciso, lleno de rostros, gestos, cuerpos, sonrisas y lágrimas, donde la fragmentación y la desolación de los contrastes interiores acogen la superficie lúcida e inexorable del itinerario errante. Explora la concavidad en los segmentos de la finitud humana, contempla la naturaleza transitoria de cada pasaje efímero de los deseos humanos, escudriña la relajación suspendida del momento, experimentando toda su vulnerabilidad. «Il taccuino dell'ospite» anota las incertidumbres motivadas en la soledad de los contextos cristalizados en la extrañeza del margen sensible, retrata las notas recogidas en el corazón vivo e incisivo de la tinta que pinta la desorientación de entornos acogedores y atmósferas inhóspitas, en el abismo del matiz entre la oscuridad del vacío y la luz de la gracia. El libro relee los cambios de sensaciones, alberga el origen de la conmiseración en el horizonte de cada interpretación de las actitudes terrenales, trasciende la materia impalpable y trascendente de la entidad sobrehumana.
Michele Zacchia permite al lector recorrer cada estación del pensamiento como una pausa consciente ante la fragilidad de los acontecimientos y las agotadoras impresiones de la impermanencia, dejándose llevar por el camino de la experiencia vivida junto a la persistente revelación de la nostalgia y el olvido. Registra la tensión arraigada de las evocaciones hacia la intención ultraterrena, eleva la identidad del huésped a una divinidad viva y razonable que nos rodea, en su cambio cognitivo. Compone, en una escritura poética culta e intelectual, rica en magníficas articulaciones estilísticas, la armonía elegíaca que declina despojada del tormento de los recuerdos. Un libro que exalta una reflexión llena de conciencia exasperada, conmemora la mitología profética de quienes acogen el don de la poesía.
Rita Bompadre - Centro de Lectura "Arturo Piatti"
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