“Sedime” de Gianni Marcantoni (Fara Editore, 2024 pp. 104) ocupa la superficie de la expresión emocional sobre la que se apoya el fundamento poético. El autor deposita la trayectoria del tiempo a lo largo de los recuerdos de la memoria, proyecta los pliegues del sentimiento, amasa la existencia alrededor del arquetipo de la experiencia humana, confiada a las profundidades de una sensibilidad suspendida e inquieta.
Permite que la elaboración existencial se instale a través de la ineluctable resiliencia de los versos, canta las loas del resto de las ocasiones, observa la custodia de las vacilaciones y de las incertidumbres, retiene la conciencia de todo lo que no es asible y accesible, dejando registrar la profundidad de la transformación interior en dirección al conocimiento. La poesía de Gianni Marcantoni abraza la autenticidad de la relación con el mundo, revela la percepción subjetiva y difunde su esencia universal, experimenta los cambios y la dinámica de la responsabilidad moral, interactúa con la compleja correspondencia de los sentimientos, explica el enfoque lúcido y realista hacia la actitud elusiva y efímera, inclinada en la interpretación oblicua de cada aproximación de la conciencia. Desata el camino evolutivo hacia la defensa introspectiva del inconsciente, explora la experiencia y el aspecto analítico del yo a través de los desafíos de la vida cotidiana, la naturaleza de los acontecimientos, subrayando la singularidad de la fuerza motriz de las palabras, utilizadas para derivar la influencia de los recuerdos y la familiaridad conmovedora.Gianni Marcantoni hunde sus raíces elegíacas en la noble capacidad de hacer coexistir la poesía con el perfil de las propias vicisitudes, pinta el retrato de las ausencias dando intensidad descriptiva e interpretativa a imágenes evocadoras, atraviesa la inquietud y las preguntas de la desesperación modulando el amplio aliento de un alma en conflicto con la inconsistencia y el vacío y en afinidad con la validez espontánea de los pensamientos y la transmisión de un mensaje elocuente que dialoga con el otro. “Sedime” condensa la huella de la fatalidad del destino, consume la inspiración del deseo vago e inexpresado, espesa la masa del vertiginoso vínculo de lo inesperado a la necesidad de superar el miedo y la desesperación, asegurar la voluntad de investigar lo imponderable, entrelazar nuestro destino con la forma de percibir la intuición de las posibilidades. El libro enriquece el sentido sincero e incisivo de las metáforas que recorren el simbolismo intenso e incontaminado del encuentro espiritual con la fuerza sugestiva de la naturaleza, con la celebración de los lugares, con la melancólica adulación del pasado y la crudeza desconocida del presente, envuelve la delicada armonía entre el poeta y el lector, ofrece numerosos elementos para la reflexión en torno a la conmovedora y preciosa búsqueda de nosotros mismos, a la fragilidad de las estaciones, a la sentida fragmentación del silencio, a la imperturbable condena de la falta. Gianni Marcantoni consigue comunicar la compasión y la hostilidad del devenir, añade a la conciencia de la propia identidad la sensación de una perspectiva rota entre la aceptación de la perdición y la salvación, en la que las ilusiones minan el equilibrio, atraen la extrañeza, revelan las grietas y las heridas, deformando la inevitabilidad del dolor, alterando la temporalidad. Acepta el cambio con la valiente madurez de su escritura y de su confesión.Rita Bompadre - Centro de Lectura "Arturo Piatti"