ATARDECER ALABEADO
Tardes que cuelgan de las manos
Como frutos dormidos.
Se escurren
alargan el cansancio
llenan la casa
inmóviles
pero vivas.
Bajan como la lluvia
Livianas desteñidas.
***
ESOS VIENTOS QUE MIENTEN AL POETA
La obstinación del poeta
lo que él nombra, lo que nombra
Lo que cae , lo que pesa,
La sombra y la luz vertical
contra la hoja
La memoria oculta
lo que oculta , lo que teme.
La música que lo limita y se derrama
Sus vicios
Su trasluz, su nada.
Lo profundo, lo superfluo, la denuncia,
Esos vientos que mienten al poeta
Lo matan, lo distraen
Lo lastiman, lo señalan
Una esperanza
Le canta el desconsuelo
de las mentiras que desafinan el poema
La Casandra que aparece bajo las palabras
Un sinsabor
De oráculos
Inciertos
El caos
que bosteza
El primogénito
Poder
De la palabra.
***
LOS PENITENTES
- habitación de aire húmedo ,nazareno.
Por la ventana
escapan las milyunanoches.
Ella respira sudorosa
en la multitud de su espalda
Cuánta desnudez
recién amada.
Silabean el pecado entre los huecos.
La llovizna mórbida de abril
los deja a la intemperie
***
NO SOY
Un enemigo.
Contra la voz
Más escasa
De quien se ha arqueado
Y devasta
Soy
El desmoronamiento
Que no supo
Cómo.
***
SOBRETODO
Cuando comienza septiembre
Me pregunto
¿para qué escribo?.
Hay un sinsentido en perder la noche con un cigarrillo y una palabra,
tiemblo cuando la encuentro
sonámbula ,extraviada.
Sobretodo
cuando hay viento en la casa
y el insomnio me mantiene oscilante
entre colamarme vasta , larga.
Sobretodo
cuando escribo
Me pregunto para qué , para quién, por qué.
Necesito este tiempo donde todo se conoce y se responde:
El camino mediterráneo que me tiró a esta suerte,
La flor,
el buen tiempo que hubo,
el encontrarme a solas y en silencio.
Cristina Natale
poeta , fotógrafa.
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