Dedicado a quiénes a pulmón mantuvieron las vías vivas del ferrocarril argentino.
La máquina gime su fuego añejo
tira
empuja
arrastra
surcando estrías en el campo.
Alguien demasiado solo ya
siente esa fuerza como el eco
de un galopar
como el ensueño
Lágrima viva
acero crujiendo
Y el pueblo olvidado
entreteje recuerdos
en la memoria siempre viva.
El riel no es un camino
es un destino.
*Este poema recibió el 2° premio en el concurso "El tren en palabras" organizado por La RED de Punilla, la Asociación Ferroviaria al Servicio del País (AFESEPA), Acciones Territoriales-Trabajo Comunitario de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno y la Sede Juan Filloy de la Biblioteca Nacional.
Felicitaciones Hugo !!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por la lectura y el comentario!! Abrazo!!
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