REFLEXIONES
LA INJUSTICIA DEL INCA...
...-Llueve-. Llueve sin remedio. El sol desde hace días se fue de gira. Seguramente está harto de todas nuestras quejas. -Sigue lloviendo y no hay señales de él-. Parece estar molesto con nosotros porque rogamos que se fuera por un tiempo... Lo hacemos responsable de causar insolaciones, dolores de cabeza y cáncer en la piel... -La lluvia arrecia-.
...Hoy me escribió un amigo de allá, del otro lado, donde recibieron al sol con serenatas y dieron gracias a Dios porque se fue la lluvia... La esperan miles de denuncias. La acusan de terrorista, de liderar múltiples deslaves y arrastrar personas, plantas y animales...
...
...Así nos pasa a veces. En muchos lares nos añoran y en otros, nos desprecian...
***
EL COBAYO BLANCO
_ ¡El que sigue! - exclamó un zopilote.
Entró un cobayo blanco en silla de ruedas para cobayos, con una pierna menos y tuerto del ojo izquierdo.
_ A ver, ¿Qué cuentas?
_ ¡Ay, señor! Vida de perros tuve. No sé por qué los adultos regalan a sus hijos a los de mi especie. Para mí, y supongo que para usted, los humanos no deberían tener más de una mascota. Es arriesgado... No los atienden de igual manera. Siempre uno es el preferido, eso genera la envidia, el odio, el egoísmo…me parece un poco inmaduro.
_ No lo entiendo, señor cobayo. Conozco a muchas personas que tienen entre sus pertenencias a más de una mascota y conviven bien. Hasta hoy viene una queja. A ver, explíqueme.
_ Todo empezó bien, la cuestión explotó cuando fuimos a visitar a una de las amigas de mi amorosa dueña. Ella me llevaba sobre sus hombros, cual si fuese un perico. Ese día la muchachita gritó como si hubiese visto a un extraterrestre, corrió por toda la sala llorando como loca. La mamá de la infante le contó a mi ama que, ella tenía un cobayo como yo, blanco con ojos rojos saltones y brillantes, pero que una vez se peleó con su gato y el cobayo le mordió el cuello. Desde entonces le puso odio a los de mi especie, luego encerró al gato y al cobayo en su cuarto para que se desquitara…
_ ¡Mmmm! Siga, señor cobayo.
_ Regresamos a casa, tomó el teléfono y le llamó a la niña. El peor error de los humanos es creer que no entendemos lo que dicen, ignoran que además de nuestro idioma decodificamos el suyo. La pequeña dijo que nosotros, los cobayos, somos transmisores de varias enfermedades que con los años se vuelven crónicas. Le pidió que me encerrara en un balde plástico con tapa y me llevara de regreso a su casa.
_ ¿Y qué ocurrió?
_ Siguió las indicaciones…cuando llegamos…la muchachita esa, le dijo que lanzara el balde contra el piso. Lo hizo..., al instante se desprendió la tapa del objeto, quedé en el suelo, aturdido, medio desmayado, entonces ella, la niña malvada, dejó caer a su gato negro encima de mí. Me defendí mientras pude, pero fue demasiado tosco. Me mordió en una pierna y clavó sus cortantes garras en mi rostro. Me lesionó el ojo izquierdo. Mi ama, desesperada corrió a defenderme y salió de prisa en busca del médico. Lo encontramos borracho, tendido en un sofá con restos de polvo blanco en una mesa y hierba en su camisa. Me llevó a casa. Me vendó la pierna y puso un parche en mi ojo. A los días empecé a oler mal y me llevó otra vez. Me amputó la pierna, el tal doctor, y sacó mi ojo porque ya no me servía.
_ ¡Lo siento! - interrumpió el zopilote-. ¡Qué pena! ¿Hace cuánto tuvo lugar eso?
_ Hace cinco años… Viví cinco años más, hasta hoy.
_ Entiendo. ¡Malditos humanos! Ven, cambiemos de lugar. Seré parte del público.
El zopilote voló hacia el primer asiento del recinto. No tenía ni una pierna. El cobayo pasó a ser recepcionista.
***
JUAN CARLOS PAVÓN BALDELOMAR
Obras publicadas:
* El destello de un ángel (2017).
Obras inéditas:
* Aforismos y reflexiones
* Lava bajo la piel (poemario erótico)
* El cielo de las mascotas (relatos)
* Poemas juveniles y otros cuentos
* Sonetos
* Filosofía del amor y más (poemario)
* Una libra de frijoles (teatro)
* Fábulas
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