A modo de prólogo
En la literatura universal, y desde las épocas más antiguas, la historia ha dado materia para crear sobre ella relatos de ficción, más o menos fieles a la realidad histórica. Para recordar sólo algunos ejemplos: en la más remota antigüedad de nuestra cultura occidental greco-romana la guerra (o las guerras) de Troya en la Ilíada de Homero; en la época medieval, la llamada “materia de Bretaña” en torno a la figura legendaria del rey Arturo; en la época moderna varias de las obras teatrales de Shakespeare o de Lope de Vega; ya en época contemporánea la novela histórica de Walter Scott, de inspiración romántica y de gran éxito popular...
En esos y en muchos otros casos de la literatura universal, la creación literaria se aplicó sobre hechos o sobre figuras de la historia, rellenando con imaginación y más o menos verosimilitud los silencios o vacíos que la tradición histórica incluía. De ese modo, la historia se hacía más real, más “vital”, en definitiva más auténticamente humana. Porque el relato novelesco es capaz de asumir un calor vivencial, de vida vivida, que raramente las fuentes históricas pueden proporcionarnos.
En nuestros días la novela histórica no ha perdido difusión. Parece incluso haber experimentado una revitalización, propiciada también por el cine, la televisión y últimamente las redes digitales.
Celso García de la Riega, una personalidad “novelesca”.
Guillermo de la Riega nos ofrece en esta novela histórica una recreación literaria de la figura y de la biografía de su antepasado el pontevedrés Celso García de la Riega, cuya vida y peripecias él estudió con dedicación y cariño, y conoce mejor que nadie.
Celso García de la Riega fue una personalidad singular, de indudable atracción como figura protagonista de una obra literaria, porque era, efectivamente, un tipo “novelesco”. No puede dejar de admirarnos y sorprendernos su polifacética actividad vital, en campos variados y en diferentes ubicaciones geográficas. No sólo desenvolvió una notable actuación política (como diputado en el parlamento español o como gobernador civil), sino que fue un magnífico artista gráfico, un estudioso inteligente e investigador histórico riguroso, un publicista periodístico... Y todo ello sin dejar de prestar atención y esfuerzos a mejorar las condiciones sociales y económicas de su pueblo.
En buena medida fue un visionario, y algunas de sus intuiciones sobre asuntos tan distintos como el turismo o las comunicaciones se están viendo confirmadas aún en nuestros tiempos.
Su propuesta más famosa, el origen pontevedrés de Cristóbal Colón, ha suscitado un movimiento (con derivaciones e incluso contradicciones curiosas en otras áreas geográficas) y dio origen a toda una escuela de investigadores y estudiosos que han enriquecido con nuevas aportaciones la propuesta original de Celso, y que se mantiene con plena vitalidad en nuestros días.
Adoptando la forma de autobiografía o de memorias, Guillermo de la Riega ha sabido articular un relato biográfico fiel a los datos históricos (a veces recogidos en la novela con citas literales de documentos), pero al mismo tiempo infundiendo en la narración la imaginación necesaria para que la obra no sea una simple biografía sino que posea toda la vitalidad de una novela, es decir, de una creación literaria.
Con ello no sólo nos acerca vivencialmente a una figura histórica poseedora de gran fuerza de atracción humana, sino que contribuye, una vez más, a hacerle justicia: a reivindicar la fama y el buen nombre de una personalidad histórica injustamente difamada con acusaciones de haber falsificado documentos, acusaciones que, si ya eran calumniosas cuando se formularon por primera vez, resultan indisculpables hoy, cuando sabemos con absoluta certeza que no hubo tal falsificación.
Después de la lectura de la novela nos queda la sensación de que tanto la personalidad de Celso como la novela de Guillermo ofrecen una buena base para la realización de una obra cinematográfica o televisiva sobre el personaje.
José-Martinho Montero Santalha
Catedrático de Lengua y Literatura (Universidad de Vigo)
Fragmentos de Historia de un Descubrimiento
Pontevedra, 17 mayo 1967
Estaba en mi despacho, acababa de colgar el teléfono, había mantenido una conversación con una persona que se llamaba, Alfredo Solano, estaba interesado en los documentos de mi abuelo. Su hija, recién Licenciada en Filosofía y Letras, pensaba presentar una memoria de fin de carrera sobre los documentos de mi abuelo. Quería estudiar los míos y los que se encontraban en el Museo, que habían pertenecido a Casto Sampedro, para comprobar si tenían algún tipo de alteración.
Utilizaría nuevas técnicas de estudio, principalmente fotográfico. Ya que habían avanzado mucho con relación a las de 1917, cuando la Real Academia Gallega declaró en un informe que los documentos eran falsos. Estuvieron en el Museo de Pontevedra haciendo un análisis, superficial, de toda la documentación que allí se encuentra en relación con la teoría de mi abuelo. A simple vista, les parecía que no había falsificación, tal vez recalcó de algunas letras, en tal caso, habría que estudiar en profundidad si las grafías remarcadas eran las mismas que estaban debajo.
Pontevedra, mayo de 1968
Después de hablar con Alfredo y con su hija, en la primera entrevista, decidí dejarles fotografiar los documentos, en mi presencia. También les presté las fotografías hechas por Pintos en 1913, se las llevaron para analizarlas. Pasaron varios meses desde que habían realizado las fotografías, me llamaron y concertamos una cita.
Conclusión del estudio de los documentos:
—Emilia, es más contundente y científico lo que acabas de decir.
Resumiendo, acusaron a mi abuelo sin ningún motivo, mintiendo y con afán de desprestigiar al personaje.
Para acabar:
Los informes publicados entre los años 1914 y 1928, todos condenatorios con respecto al valor de dichos documentos, contienen tantos y tan grandes errores, puestos de manifiesto en el curso de nuestro estudio, que estimamos carecen de cualquier valor para juzgar sobre el que pueden tener los documentos que en ellos se estudian, siendo, por tanto, nulo todo cuanto este respecto se ha dicho con base en los citados informes.
Guillermo García de la Riega Bellver
Desde hace muchos años quería escribir una novela sobre mi bisabuelo, personaje que fue calumniado y acusado de ser un falsificador, al final la pude llevar a cabo gracias a la Editorial Atlantis, que creyó en la historia y en el personaje. Historia de un Descubrimiento es una historia basada en hechos reales, muy documentada y que explica todo el proceso de la falsa acusación de vulgar falsificador.
Anteriormente, con motivo del centenario de su muerte, escribí una biografía de Celso García de la Riega, con todos sus artículos en prensa y revistas. En el 2021 escribí una novela biográfica, sobre un comandante y comisario político republicano, durante la guerra civil española. Abarca el periodo de guerra, la cárcel, el servicio militar y una parte de la época de la dictadura.
Ahora estoy a punto de publicar un ensayo con la Editorial Atlantis, saldrá este mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario