“La locura prudente de la reverberación emocional” con esta expresión reflexiva y significativa transcrita en el título, Raffaele Gatta explica su novela “L'odore del caffè amaro” (Robin Edizioni, 2013 pp. 190).
Es una colección de cuentos divididos en un orden de lectura de pequeños capítulos en los que la herramienta creativa de la narración ilumina la reflexión existencial, en el efecto reflejado del compartir sensible en torno a los acontecimientos de la vida, en la superficie provisional de las emociones. Raffaele Gatta aprovecha para saborear el aroma del café como pretexto, como metáfora de extracción cultural, de sabor íntimo y sugerente, como elemento de complicidad y solidaridad con la vida cotidiana, como interpretación del intervalo placentero y catártico de dificultades individuales y por la insidiosa insinuación de temas importantes y universales como la incómoda precariedad del trabajo, las implicaciones ambiguas y contradictorias de la moralidad, las vicisitudes especulativas de la ética. Descubre, a través de la costumbre específica y simbólica del sentido antiguo y terapéutico del café, la mágica conexión exploratoria de los encuentros, la expresión afable de una peculiaridad social acogedora, siente el deseo ardiente de comunicabilidad y la interesante investigación intelectual, en la estrategia de historias fascinantes y atrapantes, en la consolidación inmersiva de las relaciones humanas. “L'odore del caffè amaro” difunde la grata y placentera atracción hacia el destino de los personajes, absortos en la ritualidad de una ocasión vital en la que la medida hipotecaria del tiempo atraviesa su natural agilidad y vence la pegajosidad de los acontecimientos. El olor perceptible de los sentimientos envuelve la evolución de la memoria emocional, libera la confidencialidad de la densidad afectiva, da a cada contexto el sabor de la esperanza.
Raffaele Gatta utiliza la precisa puntualidad de sus pensamientos y traduce la esencialidad en la brevedad de una instantánea, ordena la especialidad discursiva de cada cata introspectiva, con un laconismo cautivador, hace carruseles la síntesis de una experimentación lingüística que caracteriza la aventura imaginativa con las palabras adecuadas, la Aplicación hermética en los dictados provocadores de lo no dicho, el detalle evocador de la confianza, en la importancia fundamental de cada secreto. Cuestiona la integración de los personajes en torno a la promesa de vivir cada nuevo día en todas sus dinámicas impredecibles, en las intenciones de confianza, en la lucha contra los miedos, en el enfrentamiento a la ansiedad de las derrotas, en la protección del encanto del amor, en la coherencia filosófica de las experiencias. El libro analiza el intervalo legítimo de cada paso de la vida, acompaña el viaje del sueño, acoge el movimiento de la luz, protege la redención de los personajes, con el objetivo de alejar la deriva de la soledad. Raffaele Gatta conduce la refinada cualidad metaliteraria de sus micronarrativas en la conmovedora y madura conciencia de la realidad en cada reacción palpable y visible, ocupa el lugar íntimo de adopción de la narrativa inmediata, en la observación veloz e impulsiva de lo ordinario, en el desafío valiente por la dirección decidida en la sinuosa corriente del vivir. Invita al lector a considerar la fragilidad humana de la sociedad contemporánea como la cualidad extraordinaria y necesaria para la inevitabilidad de la ley de la naturaleza, en la suavidad de comprender las fortalezas, cuando la vulnerabilidad de las sensaciones recibe el don de la insospechada maravilla del corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario