BATERÍA DE COCINA
El fondo de las sartenes
rasgué con estas uñas
que pinto para defender
del desgaste de detergentes,
del polvo eterno.
Te vi en los fondos
creciendo
más grande cada vez
más libre
siempre sonriendo.
Cuando se muda la piel
cada caja por abrirse
cada sobre y sus palabras
rasguñan las costras
piel adentro.
La herida resulta estar abierta
pegada a la extensión epitelial
cada centímetro cuadrado
que vuela
hiere antes la cicatriz.
Vacío la memoria
un bargueño incompleto
y nada tiré a la papelera
para que vos veas qué hacer
con los recuerdos.
Tus ojos estaban sobre mí
y tus manos
y yo tuve forma
y movimiento.
Las capas que se despegan
dejan entrar puntos de aire
de luz.
Yo también fui feliz
y tuve un patio enorme para jugar.
Ponerle cerca, candado, estuvo mal.
Quién trajo el alambre
quién cavó el primer pozo
nada de eso cuentan las ollas
ni estos platos gastados.
Insiste la ponchera
en los aromas, los brindis.
El caquelon
recuerda
el punto de cocción de nuestra piel.
En la batea
donde amasé nuestro pan
navega tu olvido
que se va de mí
en un torrente de sopa de calabazas.
¿Te acordás?
***
NACER
No pensaba hacerlo
bañarme, vestirme
pero lo hice.
No siento que me haya traicionado,
había tiempo.
Elegí la remerita azul,
la que parece que deja ver, pero no.
Y un pantaloncito con flores
del mismo color.
Girl in blue, sin tristeza.
Sin maquillaje
el pelo en una cola,
descalza.
A cara lavada,
piel, sí, mucha piel
los pies en la tierra.
Llega nuevo
despejado
casi inocente.
Debe saber que yo no.
Tengo las uñas despintadas
no me son ajenas
las superficies ásperas
la labor de cada día
y de cada día el pan.
Los ojos grandes
para mirarle las primitivas horas
del alcohol y el regocijo.
Paciente en la espera de sus primeras grietas,
las huellas del ácido
resbalando en la máscara de su único carnaval.
Lo espero, sí
los ojos grandes
la escucha atenta
los pies en tierra.
Debe saber que yo no nací hoy.
Tampoco una sola vez.
***
HUELLAS
La cama del estudio,
semiabierta.
Los colores de jazmín
y sus olvidos.
Papelitos dispersos
de un regalo sin fiesta.
Un labial usado;
menos cepillos en el vaso:
menos sonrisas.
Los detalles de sus fotos
compuestas
y descompuestas.
Las marcas decrecientes
en los frascos de dulce.
Sus voces resonando
en mis oídos.
Ajenos sabores nuevos
llegados a nuestra mesa.
Confusión:
estos jóvenes días que me envuelven me han nutrido.
Certezas:
tu mano
invitándome al regreso,
tu abrazo
anidando el espacio.
Y el olor de tu amor entre mis piernas.
***
CULPAS QUE NUNCA TUVIMOS
Estos pies
en busca de sus manos
palomas solas
en el cítrico olvido de su patio.
Ese vino
sublimado sin la copa del recuerdo
en esta boca.
Esa boca
sin extravío en el reverso de este
cuerpo.
Ese abrazo
bailando solo
a media luna a media sombra.
Su voz
esta voz
vencidas de olvido
no nos nombran.
¿Primero el dolor?
¿Antes el adiós?
Estos pies
esas manos
¿cuáles bocas?
VIVIANA NUÑEZ
De Villa La Angostura, Neuquén. Actualmente reside en Lago Puelo, Comarca Andina, Chubut, desde julio de 2023. Docente Especializada en Educación de Jóvenes y Adultos, Gestora Cultural Diplomada en DDHH.
Algunas de sus obras publicadas son:
-“Los días del vinagre" (poesía). Publicación en línea; acceso libre. (2019)
-“Colgado en la plaza” en Chile en Vigilia de La cebolla de vidrio Ediciones. Neuquén Capital (2019).
-“Vestido” Grito de Mujer 2020 Mar del Plata. (2020).
-“Antología. Poemas que serán árboles” (2021).
Ganadora del Premio Nacional CFI NEUQUÉN “Cultura Imaginada 2020” por revista web Patagonia CulturaS
En 2020 recibió el Premio Nacional CFI NEUQUÉN “Cultura Imaginada 2020” por Patagonia CulturaS (revista virtual cultural de Patagonia argentino-chilena).
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