En el interior de Iglesias Iraníes
Imperio Safávida
Turquicos persas
turcomanos,georgianos,circasianos,griegos y pónticos.
Cada uno sueña su arquitectónica catedral
donde el color y la profundidad
mezclan luz de proporción geométrica
alrededor de cada una de sus creencias más profundas;
el ser oración es el ser meditación.
Cuando se contemplan las altas esferas
estético gozo de espiritualidad
cuando se proyecta el alma a través de los deleitosos sentidos
que vuelan estimulados hasta el cielo melodioso
donde todas nuestras idas convergen
diluyéndose en la esencia orbital
que es dios
que es el inconsciente
que es el misterio absoluto.
La refracción de las ventanas y sus vidrios
contienen todos estos delirios
impregnados a la emanación vibracional del ser
karma, tao, fé
mosaicos caleidoscópicos de santos entrelazados y levitantes
bajo los arcos y formas cóncavas que los resguardan
de la atmósfera nebulosa apesadumbrada que rodea
a los límites telúricos.
cubren flores doradas zafíricos contrastes rubíes
de las ostentosas fábulas iconoclastas
susurradas en intervalos forasteros
zoroástrico suspiro del viento.
***
El rojo diablo loco
Un diablo rojo en pantalones de cuero
Emerge de las tenebrosas tinieblas
Atravesando los gritos agónicos
Sonriendo placenteramente
Baila una danza macabra
Y seduce con sus dotes viriles
Hipnotiza los corazones débiles
Y envenena las mentes dóciles
Divisa a lo lejos tres angeles gloriosos
De rubias cabelleras y ojos celestes
Rendido ante el espectáculo celestial
Cae de rodillas suplicando piedad
Ya que el señuelo cautivador
De las tres glorias que se abrazan
Lo estimula a imaginarse
En lúdicos ejercicios pasionales
En medio de los senos empíreos
Bañados por la gloria y la bruma
De lloviznas libidinosas que él mismo invocó
Ahora que ya no es regente del universo
Claudicando para ceder su lugar
A algún joven poeta veinteañero
Que lo pueda eternizar
En opacos versos contemplativos
Donde el verbo figurativo
Arde en azufre
Y las llamas cubren los suelos
Y los relieves rococó de Flores y Leones
Brotan de la fuente espiritual
Para desnudarse y acompañar
En su lecho perpetuo
Al rojo diablo loco y las tres angeles rubias desnudas
***
El ser abstracto orbita en la Facultad de Filosofía
Es un misterio el suceso elemental
Del origen de la mentira
Aparece constituida por estructuras
Imaginarias o la diáfana translucidez
Refracta esa emanación de vida
O es un recurso lingüístico incipiente
Los aventurados se avecinan con los
Grandes cambios
Tempestad repentina que sacude las bases
Que sostienen al universo.
Un muchacho idiota canta
Todo este monólogo interno
Cuando avanza describiendo lo que captan
Los sentidos.
Desesperados suplicios; las aspiraciones.
Lo que queremos ser y no podemos
Por las limitaciones del medio
Y las rígidas leyes del Id (ello).
Recuerda las líneas blancas que delimitaban
el asfalto, se fijaba en la división de las propiedades, en la
danza rítmica de las verdes ramas
Y en la constitución universal de la metafísica
en el mundo.
¿Su rumbo? La facultad de Filosofía, en Sajonia
Aquel lugar de viejas sintonías y recuerdos lejanos
Hoy son escenario de su derrota andante.
***
Ciudad Efrénica se camufla de sospechas
«Amplia y dolorosa ciudad donde caben los perros,
la miseria y los homosexuales,
las prostitutas y la famosa melancolía de los poetas,
los rezos y las oraciones de los cristianos.
Sarcástica ciudad donde la cobardía y el cinismo son alimento diario
de los jovencitos alcahuetes de talles ondulantes,
de las mujeres asnas, de los hombres vacíos.»
─Efraín Huerta (El gran cocodrilo rojo)
Un vehículo mecanizado arde en llamas en las estepas de Ucrania
el fuego une a la tripulación en el eterno sueño de los justos
misiles que caen en los campos de refugiados en Khan Younis
y conmueven al joven anhedónico que bebe vino y lee a Lugones
Tambor melódico que relata las mismas miserias en un país desfasado en donde no
crece ninguna poesía conocida
¿Que fué del trovador que recitaba en guaraní?
¿Y los borrachos que cantaban melódicas guaranias en sus guitarras de vidrio?
¿Dónde me encuentro yo entre todo el rumbo resplandeciente del porvenir?
Me veo tirado leyendo un periódico o peor aún sujetado a mi teléfono idiota que me
roba el tiempo, mirando videos me perderé de como crecen mis hijos.
A quién engaño, el amor es un emblema lejano y confuso algo místico y profundo que
no puedo alcanzar
Todos los poemas que escribí se parecen, porque todos estamos escribiendo el mismo
libro
Mi tierra patria es resultado de un rio caudaloso e impredecible
el gobierno es la sangre del pobre que se desgasta en sus fiestas
sus símbolos son axiomas que sus ciudadanos desconocen
La sociedad por lo general es tranquila y obediente
llegó la hora de perturbarlo todo con esta rima;
Dios es el agua evaporada que se bebe la virgen de caacupé cuando se eleva en un
éxtasis oscuro de lasciva entonación, se excita al ver a los jóvenes poetas y los
maldice con la caída de su olímpico pelo.
Los poetas se cogen a todos los que respiren por pertenecer a algo trasgredido,
Los poetas se avergüenzan de sus propias obras y recitan para un determinado circulo
de ilusos
que comparten el mismo deseo de conocer el amplio mundo pero los retienen sus
puestos telúricos
Trabajar para comer, no comer y no trabajar, mas escribir y gozar eternamente un
mareo tambaleante
Robo de libros, apropiación de ideas, lírica prestada y referida cadencia; rima rilkista
sabor traicionero
soldado encuadrado que viola a Rimbaud
Fusiles, bayonetas y sangre
votos inútiles y saliva sin pulso
Todo lo destruyo porque sino se descompone
¿Que harás del segundo en el que este poema te carcome?
¿Volarás levitando hacia otras ideas?
o ¿Aceptarás que esta pregunta ronde tu cabeza?:
Para vos, ¿Qué son las letras?.
***
Trance Kafkiano al costado del Parque Carlos
Antonio Lopez mientras meaba recitando a Gingsberg
Por los espacios de las ciudades
En calles de penumbra
Una amplia muralla defensiva
Limita un Parque capitalino,
Anteriormente cementerio militar.
Esta noche escénica ocurrió
Al mear yo frondoso árbol centenario
Un aura de perversa melancolía
Invadió profundamente la totalidad de mi cuerpo
Rodeado por extrañas sintonías confusas
De sonidos viscosos y ondulados
Fuí sumergido en misteriosas tinieblas
Las ensoñaciones se tornaron pesadillas
Siniestras representaciones teatrales
Suposiciones místicas y la eternidad de los muertos
Resplandor encandecente de un espíritu lejano.
Veo arder la ciudad en llamas
Se hunde la humanidad en el humo
¡No tengo manera de advertirles!
Recibo una enseñanza divina
Brilla la idea como el diamante:
Respira y contrae la fé en el universo.
Hazte la nada y navega la corriente
Que fluye transitando
La mente inconsciente.
***
ANDRÉS CAÑETE CISNEROS
Nació un 2 de abril de 1998. Desde temprana edad demostró una curiosidad insaciable hacia la vida ejerciendo una desobediencia inocente por las normas y los estatus.Lo demuestran sus reportes escolares que reflejan un temprano interés por la literatura en el Principito de Saint-Exupéry los cuentos de Julio Verne y quién sería su maestro iniciador en el arte poética; Ruben Darío. Desdeñó las matemáticas y sus derivadas para saltear las clases y entrar en contacto con los campos suburbanos adyacentes a la pequeña urbanización Luqueña tan presente en su obra.
Estudia Psicología en la Universidad Nacional de Asunción. Lleva una pausa sabática para transitar el camino de los perros, dejándose devorar por las hormigas rojas y las hormigas negras.
Actualmente integra el colectivo “José Asunción Flores” en la residencia Poética “Versos Para Carmen Soler” y en homenaje a la poeta social producirán todavía más letras los jóvenes líricos. También participa del Taller literario “Escuela de Escritores” de la Librería Nicolás Guillén y tiene próximos para su publicación una antología de cuentos de la que forma parte.
Su primer poemario “Elementos Transformadores de la realidad” va tomando forma y espera pacientemente su publicación en alguna editorial que se anime a trasgredir la poesía Paraguaya como se la conoce.
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